Si estás viendo a Monodesnudo es que te encuentras en la excitante selva de la canción mutante, donde todo baila al ritmo de una fina ironía destilada con amor.
Reggae, rock´n´roll, bossa, swing, rhythm & blues… y letras, muy buenas letras. Pequeñas historias, grandes canciones que hablan de ésas cosas que nos va trayendo la vida, contadas a través de calendarios estropeados, dromedarios involuntarios, chicas yo-yo, velas y deseos, salvadores de ninots de falla, trajes de pez, trenes perdidos, japoneses en la Alhambra, tormentas y calmas.
Receta para cocinar un buen Monodesnudo:
En una olla a fuego lento se sofríe una mezcla de Tom Waits y Javier Krahe. Se le añade un puñadito de Beatles, un manojo de Bob Dylan y unos taquitos de Rolling Stones y se dejan reposar largo rato. Se condimenta todo con aromas de Serrat, Sabina y León Felipe y se acompaña con una guarnición de Bob Marley, Police, Ray Charles, Jerry Lee Lewis y J.J. Cale.
Servir bien bonito, acompañar con un buen vino…
Y a disfrutar.
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