Un paso atrás…para tomar impulso

Un paso atrás…para tomar impulso

Nuestra sociedad, más aún desde que la vivimos desde las redes sociales virtuales, es un escaparate en el que se muestran, casi siempre, las virtudes, las fortalezas y la cara bonita de las cosas, donde no suele haber lugar para la reflexión , para las dudas ni para las debilidades. Nosotros nunca hemos sentado, en ese campo, ni ejemplo ni referente, ahora tampoco lo seremos. Vivimos inconscientemente obligados a no parar nunca de pedalear, a no bajar el ritmo para no ser avanzados, a mostrar siempre el perfil sonriente, por mucho que el otro (perfil) llore o no sepa qué cara hacer. Responsabilidades todas, obligaciones: las precisas pero de inercia no queremos ninguna que nos lleve a lugares a los que no queríamos ir. Este verano bajamos el ritmo, nos detenemos, en parte sólo, para poder proyectarnos en el futuro, para poder decidir que queremos ser grandes, para seguir haciendo, en la medida de nuestras posibilidades, sólo aquellas cosas que tenemos ganas que hacer. Frenaremos también por salud, por la de nuestros trabajadores y por la de nuestras familias, porque si es ahora cuando nos necesitan no queremos esperar a penedirnos cuando ya sea demasiado tarde.

Somos buenos haciendo lo que nos gusta, con la pasión que ponemos y la ilusión que nos empuja cuando tenemos el objetivo claro no tenemos ningún miedo para perder la posición o tener que empezar de nuevo, ya sea después del verano o después de atravesar el desierto que nos pueda tocar: si aquel Moisés pudo separar el Mar Rojo con el ejército de hambrientos que llevaba detrás, como no vayamos nosotros a superar el tsunami que nos corresponda, por pestilentemente azul -verdos que esté, con nuestra gente, nuestras razones y nuestras ganas?

Tenemos ganas de tierra, de volver solidas, de rehacer nudos que nos cuentan quiénes somos y poder mirarnos a la cara. Esto ahora puede ligar con el ritmo que nos piden nuestros huéspedes, la gente que viene a pasar unos días en nuestra casa, a conocer nuestra tierra, nuestra historia y nuestro paladar. También con celebraciones y eventos que ya tenemos programados y otros que irán saliendo, con los talleres de cocina que seguiremos haciendo y con las salidas que haremos a otras cocinas y otras casas, en fin, con todo aquello que no requiera ni demasiada gente ni demasiado velocidad.

Bueno, limpio y justo, esta vez para nosotros también. Le iremos contando, seguro, de momento: gracias por su comprensión y por su paciencia, le aseguramos que va a pagar la pena. ¡Hasta ahora!

• ALOJAMIENTO ABIERTO TODO EL VERANO
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